La importancia de saber trabajar en equipo. Descubre 4 claves para poder mejorar el entorno laboral y aumentar la productividad

La organización y el funcionamiento de las empresas ha cambiado a través de los años, y con ello han aparecido nueva maneras de trabajar. El individualismo ya no es tan común, cada vez es más habitual crear equipos para ejercer una tarea. Ya no basta solamente con tener un gran talento, las habilidades sociales también son de gran importancia. Trabajar en equipo consiste en contar con las personas adecuadas, capaces de colaborar e involucrarse en busca de un objetivo común.

El trabajo en equipo ofrece un beneficio doble. Por un lado, la carga se divide y gracias a ello permite optimizar y agilizar los procesos de elaboración ya que puedes gestionar mejor el tiempo. Por otro lado, el clima laboral mejora ya que las obligaciones diarias se convierten en retos compartidos que incitan a trabajar en armonía.

Además de los beneficios anteriores, trabajar en equipo ofrece otras múltiples ventajas tanto a nivel individual como grupal. Es evidente que cada persona se compone de diferentes habilidades y conocimientos, y al compartirlos se logra una complementación. Unido a esta ventaja, hay que decir que al compartir los conocimientos los unos con los otros, aumenta el aprendizaje y se refuerzan las debilidades que podamos tener.  A esto también se le podría añadir que aumenta la felicidad en el trabajo por el hecho de compartir los objetivos logrados.

Para que podamos trabajar en equipo, la comunicación y la información compartida van a ser básicas. El trabajo el equipo requiere de compañerismo, reconocimiento mutuo y colaboración. Para esto, hay que hacer una gestión de equipo adecuada y seguir las siguientes recomendaciones:

  • Hay que saber escuchar ya que cualquier idea puede ser válida. Tener la mente abierta a cualquier idea es una muy buena opción ya que nunca sabes a que puede derivar una idea por muy estúpida que parezca. 
  • Si se te ha quedado la duda de algo o no has entendido bien, pregunta. Como bien dice el refrán, “más vale prevenir que curar”. Es mejor preguntar desde un principio que callarte y continuar, porque cuanto más avanzado pueda estar el proyecto, hacer cambios requerirá de más tiempo y será más complejo. 
  • Habrá algún momento donde haya varias ideas sobre la mesa y haya que decidir por cual tirar. Si tú estás muy convencido de que tu idea es la mejor pelea por ella y trata de convencer con los argumentos necesarios. Si ves que la oposición es muy fuerte hay que aprender a ceder. 
  • Aporta nuevas ideas a otras ideas que ya se han puesto en marcha. Esto hará que el proyecto que ya está en marcha pueda adquirir más sostenibilidad o atractivo. Siempre hay que buscar la complementariedad.

Reuniendo estas cuatro claves va a ser mucho más fácil trabajar en equipo y sacar adelante todos los proyectos en los que te embarcas. Cada vez es más común trabajar en grupo, ya que hacerlo bien aporta una fuerza y una unión que de manera individual sería imposible de conseguirla.

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